Animales En Extincion

Tatú Carreta

Tatú Carreta
Se ha presentado el caso de la desaparición de tatús que residían cerca de asentamientos humanos, probablemente perturbado por los disturbios generados por los asentamientos. Es perseguido por los cazadores para consumir la carne. Se lo captura para llevarlo a los zoológicos, museos, coleccionistas, o bien para ocupar el caparazón como caja de resonancia.
El tatú carreta es el más grande de los armadillos que aún viven. Mide alrededor de 1,5 metros de longitud, desde el hocico a la punta de la cola y suele pesar 60 kilos. Tiene un caparazón oscuro, formado por numerosas placas ordenadas en filas transversales, que llegan a cubrir también la cola, las más pequeñas están en la cola y en las patas. La coloración general es parda. Siendo amarillento en los flancos. Muestra un cuerpo voluminoso y cortas extremidades, muy musculosas, con uñas potentes y algo desproporcionadas con el resto de su pesado cuerpo, especialmente en sus extremidades anteriores. El hocico es alargado y las orejas no son muy grandes.

Alimentación

Es un animal solitario y para alimentarse tiene hábitos nocturnos. Hace recorridas cotidianas de casi 3.000 metros buscando su alimento favorito: invertebrados como hormigas, termes, arañas, gusanos y larvas, que obtiene destrozando hormigueros y termiteros o desmembrando troncos podridos. Su dieta se completa con carroña, culebras y vegetales.
Se lo encuentra en la mayor parte del este de América del sur, desde el sudeste de Venezuela y las Guayanas, hasta el noreste de la Argentina. En nuestro país habita en Misiones, Formosa, Santiago del Estero, Chaco y tal vez Corrientes. Busca terrenos áridos, con arbustos, montes, bosques en galería, bosques xerófilos, selvas y sobre todo sabanas donde la aparición del hombre se haya retrasado.

Tráfico de especies

Animales en vía de extinción
El tráfico de la flora y la fauna se ha convertido en uno de los emprendimientos económicos más redituables y figura en el mundo en tercer lugar luego del de armas y de las drogas. El de la fauna mueve alrededor de 10.000 millones de dólares anuales y la flora, está superando los 7.000 millones. A estas cifras habría que sumarle el tráfico clandestino... Cada año se consumen en el mundo entre 600 y 900 toneladas de marfil, que se obtienen de unos 150.000 colmillos de elefantes adultos. En 1990, el comercio de marfil se prohibió internacionalmente. Según el CITES, el tratado mundial que regula el comercio de especies protege a las que están en peligro de extinción, la población de elefantes africanos se redujo de 1,3 millones de ejemplares a poco más de 600.000, durante la década del ochenta. Otra década similar bastaría para provocar la extinción de la especie. Pero no es este el único caso. Según los datos de las organizaciones TRAFFIC y WWF, cada año se comercia ilegalmente con primates, ave, pieles de reptil y de mamíferos, orquídeas, cactus y peces exóticos. Su destino son EEUU, Europa, Japón y parte del sudeste asiático. Y los usos que se les dan son tan variados como la peletería de lujo (una piel de pantera siberiana alcanza los 100.000 dólares en el mercado negro), ornamentos, productos pretendidamente afrodisíacos y, en algunos casos, animales de compañía o plantas para jardines. A causa de este comercio ilegal, unas 700 especies se encuentran al borde de la extinción. Pero, además, otras 2.300 especies animales y 24.000 vegetales están amenazadas.

Extinción de animales y vegetales

Generalmente, cuando se habla de la extinción de animales, se piensa únicamente en aquellos animales que pertenecieron a la época prehistórica, olvidando en muchos casos a los animales con los que contamos en la actualidad y que están en peligro de extinción. Por esta razón, las autoras han decidido dar a conocer por medio de este sitio la problemática, importancia y consecuencias de este fenómeno sobre el ecosistema. En la actualidad, existen algunas personas que se han preocupado por la extinción de animales, y han formado criaderos para preservar algunas especies. El tigre que va y viene por su jaula y el oso polar que chapotea en su pequeño charco en el zoológico quizá se conviertan pronto en los últimos representantes vivos de su especie. Junto con otros favoritos del zoológico, como el orangután y el gorila, los tigres y los osos polares están amenazados de extinción -de total desaparición como especies vivas- a menos que el hombre salga en su defensa con medidas protectoras. En todo el mundo, en zonas vírgenes que se reducen constantemente, los animales salvajes están librando una batalla contra los estragos causados por el hombre. Desde los gorilas de África central y las vicuñas de los Andes, hasta los canguros de Australia y las ballenas de los mares abiertos, en todas partes hay animales cuya supervivencia está pendiente de un hilo.
En los últimos años, el índice de extinción se ha acelerado a causa de las actividades desarrolladas por el hombre. A diferencia de otros animales que elaboran en su propio organismo las adaptaciones que necesitan para sobrevivir, los seres humanos pueden transformar acentuadamente el ambiente para adecuarlo a ellos. Aunque algunos animales, como los castores, pueden introducir cambios es relativamente limitados.
Se considera que el hombre prehistórico ha sido causa de la extinción de algunas especies de los mayores mamíferos norteamericanos que existían entonces.

El Lince

 Lince
El Lince es uno de los animales protegidos en la caza ya que su extinción con el transcurso del tiempo se ha ido notando
Vive en los bosques y zonas de montaña.
Su pelaje muestra una coloración variable; del gris al rojizo, con la parte inferior blanca. Tiene todo el cuerpo cubierto de manchas oscuras; en las orejas se disponen unos penachos de pelos negros y tiene unos largos bigotes a ambos lados del hozico, la punta de la cola es de color negro.
Es un animal que vive en solitario, salvo en la época de celo; es principalmente nocturno. Se alimenta de conejos, liebres y aves; su técnica de caza es el acecho con un rápido salto. Tienen de dos a cuatro crías después de un período de gestación de 63 días. Construyen sus madrigueras en los árboles, rocas ó en los matorrales.

El Tapir en la Argentina

Tapir 
Los tapires existen hace unos 40 millones de años y están emparentados con los caballos, los burros, las cebras y los rinocerontes. Actualmente existen cuatro especies en el mundo: tres en América Central y Sud América y una en Asia. Está ampliamente distribuida, desde los Andes Orientales de Venezuela y Colombia hasta el norte de Argentina, donde se la encuentra en las provincias de Salta, Jujuy, Formosa, Misiones, Chaco y posiblemente en áreas restringidas de Santiago del Estero, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos, habiendo desaparecido de la provincia de Tucumán hace aproximadamente 60 años. Los tapires son animales grandes y fuertes, pueden llegar a medir dos metros de largo, un metro veinte de alto y pesar hasta 300 kg.Tienen un agudo sentido del olfato, que utilizan para encontrar y elegir su alimento y detectar posibles peligros, son solitarios y tímidos.Son particularmente vulnerables a la presión de cacería, ya que por su tasa reproductiva y densidades bajas, no pueden recuperar su población rápidamente. Otra amenaza es la fragmentación y la reducción de su hábitat natural, como consecuencia del desarrollo de actividades como la explotación forestal, deforestación, forestación con especies no nativas, explotación de hidrocarburos y ganadería, que cuando se realizan sin control ni adecuada planificación, traen como consecuencia una fuerte degradación de los ambientes y los recursos naturales. El tapir es una especie argentina en peligro y su cacería y captura están prohibidas. Figura en el Apéndice I de la Convención Internacional para el Tráfico de Especies de Flora y Fauna Silvestres (CITES), por lo tanto su comercio internacional no está permitido.


5 animales en peligro de extinción en Colombia


1. Armadillo


Se pondrá de moda el próximo año porque es la mascota oficial del Mundial de Brasil 2014. Aunque antes el armadillo estaba amenazado porque la gente comía su carne, en la actualidad las principales amenazas en su contra son la deforestación y la expansión de la agricultura, que lo obligan a migrar a lugares en los que no sabe cómo vivir. Este animal, que puede convertirse en ‘balón’, vive en las costas y llanos orientales.




2. Guacamaya bandera


Como es un animal muy sociable y ‘divertido’ porque aprende a imitar palabras, la guacamaya bandera está en peligro de extinción. De hecho Colombia se acerca a ser como Honduras, Guatemala o El Salvador, donde está extinta en su hábitat natural y solo puede ser encontrado en cautiverio, debido al alto volumen de caza para traficarla ilegalmente. También es apetecida para robarle sus plumas, de colores exóticos y vivos.  En el país vive en bosques lluviosos y en grupos de hasta 30 guacamayas.



3. Manatí del Caribe

El manatí del Caribe tiene mala suerte por dos factores: la primera, que se reproduce muy despacio; las hembras maduran sexualmente a los cuatro años y se demoran 13 meses gestando un solo bebé, que debe cuidar dos años más. Lo segundo, que son víctimas de caza indiscriminada para utilizar su piel, su carne y hasta su grasa. Según el Ministerio de Ambiente, viven en la Costa Caribe y en los ríos Magdalena y Orinoco. Son muy difíciles de ver porque sobreviven en partes del río llenas de vegetación.


4. Oso perezoso

El oso perezoso está sufriendo por el aumento de tráfico de su especie, especialmente de recién nacidos (70% de los traficados; la madre probablemente muera mientras lucha porque no se lleven al bebé): están destinados a morir, sobre todo por infecciones intestinales y respiratorias.


También están en peligro por la destrucción de su hábitat. Según datos del Ideam, cada año se destruyen 90.000 hectáreas de bosques naturales donde estos animales habitan, lo que arriesga aún más su existencia.

5. Rana dorada



Su belleza iguala al poder de su veneno, capaz de matar a 10.000 ratones. Es igual de grande a una almendra y aunque es altamente letal, incluso para los humanos, no ha podido evitar la muerte de su especie. Esta rana (foto) habita en Chocó y está amenazada principalmente por la minería ilegal y la tala ilícita de árboles, que atentan contra su entorno. La Fundación ProAves trata de preservarla en la Reserva Natural Rana Terribilis, en Cauca.

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